Con «Crisálida», la sevillana Laura Tinajero nos invita a sumergirnos en una aventura apasionante sobre el universo de la alquimia. Dotada de un innegable rigor histórico, fruto de años de investigación en archivos y bibliotecas, sus más de seiscientas páginas nos permiten viajar desde la Sevilla del siglo XV al México de Frida Kahlo

Hay escritores que nacen, otros que se hacen, y algunos que ni siquiera saben que lo son. El caso de Laura Tinajero es distinto, pues a sus dotes naturales hay que sumar sus enormes ganas de aprender, su incansable búsqueda de respuestas y, muy especialmente, su afán por ayudar a los demás. Para empezar, es necesario explicar que Laura nació y se crió en San José de Palmete, una barriada hispalense donde la Fraternidad, la Verdad, la Humildad o la Confianza tienen calle, y cuyo aspecto rural, con viviendas de dos plantas, nos hacen evocar una época tristemente desaparecida. Tras sus estudios secundarios, Laura Tinajero estudió Humanidades en la Universidad Pablo de Olavide, lo que le permitió entrar en contacto con el mundo de las letras, la cultura y la docencia, algo que pondría en práctica años después a nivel profesional. Para llegar a esa etapa fue fundamental la figura del Jaime Flores, una excelente persona con la que, tras iniciar una relación que desembocaría en matrimonio, decidió trasladarse a Castilblanco de los Arroyos, el lugar donde residen desde hace años. Y es que, como dijo Antoine de Saint-Exupéry, «amar no es mirarse el uno al otro, sino mirar juntos en la misma dirección».

De la Expo del 29 a las explotaciones mineras

Y dicho esto, ¿cuándo y por qué sintió Laura la necesidad de escribir? Según sus propias palabras, «como terapia personal y sin aspiraciones de ningún tipo». Sin embargo, lo que comenzó como una simple afición de ratos libres desembocó en 2013 en una notable novela dialogada, El gramófono de Heringer, con la que se estrenó en el mundo literario y que todavía hoy acumula miles de descargas en Internet. Ambientada en la Sevilla de 1929, su personaje protagonista, Claudia —una mujer adelantada a su tiempo— destila una verdad que ya quisiera más de un Premio Nobel. Algo que sorprendió a propios y extraños y que la impulsó a escribir su continuación al año siguiente. Así nació Diario de Galera, ambientada en Alcalá de Henares, y que la confirmó como una autora a tener muy en cuenta. Pero la cosa no queda ahí. Junto a sus estudios de psicología a distancia, sus clases para niños con problemas de aprendizaje y sus labores como ama de casa, un inexplicable afán investigador la llevó a sumergirse en las explotaciones mineras de la provincia de Sevilla, lo que dio como resultado un nuevo trabajo de ficción histórica: Pozo 5. Esta vez Tinajero se decidió por un género híbrido entre el retrato de costumbres y la novela histórica, pero con un punto de ciencia ficción que lo convierten en único. Las buenas críticas no tardaron en surgir, y pese a su escasa distribución física —tanto Pozo 5 como el resto de sus trabajos se comercializan exclusivamente en Amazon—, muchos lectores no dudaron en alabarla públicamente.

Una novela trascendente

Tras un par de incursiones en el terreno del relato, Laura Tinajero decidió apostar fuerte y lanzarse a por el proyecto más ambicioso de su todavía joven carrera. Así surgió Crisálida, un trabajo que no admite etiquetas y donde la alquimia y el deseo de inmortalidad son la columna vertebral de su curiosa estructura. Ambiciosa y plena de rigor histórico —la documentación para sus más de 600 páginas roza el sobresaliente— en Crisálida los lectores viajarán desde la Sevilla del siglo XV al México de Frida Kahlo; eso sin contar con otras sugerentes localizaciones ubicadas en Portugal, Italia, Suiza, Estados Unidos, Brasil o Venezuela. Su protagonista, Priscilla, comparte con la autora su interés por conocer las respuestas trascendentales: ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Qué hay más allá de la muerte? ¿A qué estaría dispuesta una persona para lograr la supervivencia? Un cóctel que, virando entre el misterio, la aventura y el drama, ofrece un discurso bien trenzado e hipnótico, que desemboca en un final a la altura de las expectativas. A la venta en Amazon desde este mismo verano, Laura Tinajero confiesa haber escrito únicamente el veinte por ciento de Crisálida, pues el resto es obra «de las musas». Lástima que no podamos contemplarla en el escaparate de una librería, pues posee calidad de sobra para convencer al lector más exigente e incluso convertirse en bestseller.